La Constitución de 1812 fue elaborada en las Cortes de Cádiz, el 19 de marzo de 1812, de ahí el sobrenombre de "La Pepa".
Esta Constitución fue elaborada en una España en guerra contra los franceses (Guerra de la Independencia). Nuestro país era ocupado por las tropas del emperador francés Napoleón Bonaparte.
Se elaboró en Cadiz porque esta ciudad junto a Lisboa fueron las únicas que aún no habían sido ocupadas por las tropas napoleónicas.
Las Cortes fueron convocadas con el fin de que la nación fuera reorganizada, como un último intento de reconducir el futuro incierto de España.
La Constitución de 1812, constaba de 384 artículos. Fue una Constitución claramente liberal y fue creada; tanto para regular el poder de una España en guerra, como para realizar una reorganización de la sociedad.
Se hizo con una idea principal, que fue la de la una declaración de derechos del ciudadano, que incluía la libertad de pensamiento y la igualdad de todos los españoles ante la ley ...
La Constitución de Cádiz fue fundamental en la historia de España, pues se inspiró en la Constitución francesa de 1791, pero es más avanzada y progresista que ella, ya que acepta el sufragio universal (las votaciones) y una amplia garantía de derechos de los ciudadanos.
Posteriormente, en marzo de 1814, Fernando VII, rey de España, anuló la Constitución y las Cortes de Cádiz. Sin embargo, la Pepa fue una referencia clave y un ejemplo a seguir en otras constituciones de América del Sur y de otros países europeos. Por lo tanto, esta Constitución supuso un cambio muy significativo en la historia de España.
A pesar de su posterior fracaso, fue un empujón hacia adelante en cuanto al sistema político. Esta Constitución supuso un soplo de aire fresco.
Los artículos aprobados en las Cortes de Cádiz, fueron fundamentales para el posterior desarrollo de nuestro país, tanto es así, que algunos siguen vigentes hoy en día y son pilares claves en nuestra actual Constitución de 1978, por ejemplo: la soberanía nacional, la separación de los poderes, la educación pública obligatoria...
¡VIVA LA PEPA!
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